Siendo los preferidos por arquitectos e interioristas, los pisos vinílicos están ganando cada vez más presencia en el ámbito de la decoración, tanto en ambientes residenciales como corporativos. Y no sólo por su belleza y versatilidad, sino también por los múltiples beneficios que ofrece en el uso diario.
Uno de los aspectos más destacados es la facilidad de limpieza y mantenimiento, ya que son muy prácticos y rápidos de limpiar. Sin embargo, muchas personas terminan cometiendo errores al momento de limpiar el revestimiento, usando productos y prácticas inapropiadas que pueden terminar dañando su apariencia.
Aquí te presentamos 3 errores comunes que debes evitar al limpiar tu piso para poder mantenerlo como nuevo por mucho más tiempo:
Error número 1 – Utilizar productos que contienen solventes o abrasivos en su composición
Una de las principales dudas a la hora de limpiar los vinílicos es ¿qué producto utilizar? La limpieza de los vinílicos, además de ser rápida, es económica. No es necesario comprar ningún producto específico, basta con un poco de agua, detergente neutro y paño limpio y seco para dejar el piso impecable.
Ver paso a paso:
- Como primer paso, debes eliminar todo tipo de suciedad del piso, como arena y/o polvo. Puedes hacerlo usando una escoba de cerdas o un trapeador seco.
- Después, aplica una solución de detergente neutro con agua en todo el piso, utilizando un trapeador húmedo o un limpiador industrial de baja graduación. Utiliza la menor cantidad de agua posible.
- Por último, enjuaga con un trapeador o escurridor y un paño limpio.
- Ahora solo tienes que esperar unos minutos hasta que el piso esté completamente seco y estará listo para su uso. Los vinílicos Tarkett son ideales para aquellos que buscan practicidad.
Cómo no limpiar tu vinílico:
No utilices solventes ni productos derivados del petróleo para limpiar o eventualmente, eliminar manchas de tu vinílico. Pueden dañar la superficie del piso, causando rayones e incluso una posible corrosión de la superficie.
Tampoco se recomienda el uso de jabón en polvo, ya que puede desgastar la superficie del piso, además de dejarlo resbaladizo y susceptible a accidentes. Siempre recomendamos el uso de detergente líquido neutro.
Error número 2 – Aplicar cualquier tipo de cera
La mayoría de los pisos Tarkett tienen una protección superficial que no requiere el uso de cera. Para mantener la apariencia de su piso natural, recomendamos limpiar solamente con agua y detergente neutro. Sin embargo, si deseas un acabado más brillante, recomendamos el uso de cera acrílica, aplicada con un trapeador o en su defecto un trapo seco, siguiendo las instrucciones de cada producto.
Para ello, recuerda que primero es necesario limpiar el piso y luego aplicar la cera, y una vez desgatadas las capas, es necesario retirarlas antes de una nueva aplicación. Es importante señalar que las ceras a base de carnauba, comúnmente utilizadas en superficies de madera, no son recomendadas para vinílicos, ya que además de dejar la superficie resbaladiza, forman una capa grasa difícil de eliminar.
Error número 3 – Agua en abundancia
Algunos vinílicos se pueden lavar y son más resistentes al agua. Sin embargo, no se recomienda que se instalen en áreas constantemente húmedas, como el ambiente del baño y los decks de piscinas. Cuando realices la limpieza del piso, utiliza la menor cantidad de agua posible. Enjuaga con un escurridor y trapo húmedo o trapeador húmedo y espera a que el piso se seque completamente antes de volver a usarlo.
Recuerda: además de dejarlo más bonito, la limpieza periódica aumenta su vida útil, su resistencia y durabilidad, y reduce los costos de mantenimiento ¡Así podrás disfrutar de tu piso durante mucho más tiempo!
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